¡Dígalo!
¿Alguna vez su médico ha dicho algo que usted no entendió o le dio algunas indicaciones que no iban de acuerdo con su estilo de vida? Cuando eso sucede, ¿está usted muy nervioso como para decirlo? Si su respuesta es “sí,” usted no está solo. Muchos de nosotros nos sentimos muy nerviosos para hacerle preguntas a nuestro médico o para expresar desacuerdo. Puede que sea difícil decir, “No estoy seguro de entenderle,” o “Pienso que eso no me va a funcionar.” Probablemente usted no quiere verse como un paciente difícil o aquel que se aprovecha del valioso tiempo de su médico.
Lo que usted haría como respuesta a una indicación fuera de la realidad o una sugerencia confusa es simplemente sonreír amablemente y quedarse callado.
Pero la manera más fácil no siempre es la mejor. Y la forma más fácil no le brindará el mayor cuidado médico o le ayudará a crear una alianza con su proveedor.
Involúcrese
Podría sorprenderle el dares cuenta que la mayoría de los médicos desean que sus pacientes hablen con mayor frecuencia. Ellos quieren y necesitan saber si usted no entiende algo que ellos hayan dicho. Después de todo, usted no puede seguir las indicaciones si no las entiende. Por ejemplo, pudo haberle prescrito una nueva medicina para bajar su presión de la sangre. Usted necesita saber si debe agregar la nueva medicina a las que ya está tomando o reemplazar una de las medicinas anteriores por la nueva.
El cuidado de la diabetes hoy día puede ser muy confuso porque hay mucho que debe saber y con frecuencia hay muchas medicinas que debe tomar. Su médico desea saber si sus indicaciones le parecen a usted muy difíciles de seguir. Los consejos de su proveedor de cuidado médico no son buenos si no van de acuerdo con su vida. Por ejemplo, “camine 30 minutos al día” no es un buen consejo si no hay un lugar seguro para caminar cerca de su casa. Si usted no lo dice, su salud podría deteriorarse. He aquí lo que podría ocurrir: Usted y su médico tienen la misma meta. Ambos desean lograr el mejor cuidado posible. Para que el profesional pueda proporcionársela, usted necesita ser abierto y honesto sobre su vida y sobre la forma en que se ha estado cuidando a sí mismo. Ambos, necesitan hablarse y escucharse mutuamente para sentirse satisfechos con sus visitas y el cuidado médico.
Lineamientos Para Su Visita
Existen varias cosas que usted puede hacer durante su visita para hacer de ella un trabajo de comunicación de dos vías. Primero, si usted sabe que tiene dudas o problemas que desee resolver durante la visita, anótelos antes de asistir a la visita. Esto le ayudará a recordarse de éstos. Lleve un papel y un bolígrafo a mano para anotar las cosas nuevas
que su proveedor sugiera, o pídale que le escriba estas sugerencias. Al final de la visita, dígale a su médico que usted quiere repetirle lo que usted hará en casa para asegurarse de que ambos están claros. Si usted se va del consultorio sin entender completamente las indicaciones que se le dieron, tanto usted como su médico pierden.
También es una mala idea consentir las indicaciones que recibe en su visita al consultorio si usted no las puede seguir o tiene una limitación económica para hacerlo. Recuerde que no es una falta de respeto hacerle saber a su proveedor que usted no puede hacer lo que le sugiere y dejarle saber por qué. Con frecuencia su profesional puede ofrecerle otra idea o tratamiento que también funcionará de la misma forma. Recuerde: usted es quien tomará la decisión final de lo que hará, no su médico. Si usted habla y su médico se molesta, entonces podría ser el momento de elegir a otro proveedor.
Este artículo es de una edición anterior, así que por favor hable con su médico antes de realizar algún cambio en el cuidado de su diabetes.